Biográfia de la maestra artesana del tejido y empresaria negra caborrojeña María Civico

La esclava María Civico nació bajo la esclavitud en el año 1860 en la casa de la calle Betances donde cuatro años más tarde habría de nacer el ferretero Gonzalo García Marini. Para esa fecha se encontraba el Dr. Ramón E. Betances ejerciendo la medicina en la ciudad de Mayagüez y visitaba a sus hermanas en Cabo Rojo a pocas casas de donde nació María. En aquel tiempo esta calle se conocía como calle Mirasol y ni le pasaría por su mente al prócer que en un futuro habría de llevar su nombre.

La afroascendencia de María la podemos trazar a su abuela la esclava Candelaria propiedad de Gerónimo García Trinqueiro esposo de Benedicta Marini Ramírez de Arellano. Su madre, la esclava Patricia García era lavandera de los García Marini. Patricia tenía tres niños esclavos (María, Manuel y Ramón) que muy probablemente nacieron y se criaron en un cuartucho de anexo en la casona de la calle Marisol (Betances). En la casona vivían los hijos de Benedicta (Carmen, Gonzalo, Tomás y Gerónimo). Tal y como era costumbre la esclava Patricia con toda probabilidad tuvo que lactar no solo a sus hijos sino también a los de la familia García Marini.

Al declararse la abolición de la esclavitud en 1873 María contaba con trece años. Su amo Gerónimo era juez de paz del pueblo. Mas no sería sino hasta los 16 años que gozaría de su libertad pues los esclavos tenían que quedarse tres años más con sus amos. A raíz de la abolición los esclavistas recibieron indemnización monetaria por cada uno de sus esclavos. Gerónimo y Benedicta recibieron 200 pesos por María, su madre y cada uno de sus hermanos. O sea, 800 pesos que en aquel tiempo era un dineral. La esclava liberta Patricia muere viuda de Ramón Civico en Mayagüez en 1932. El eminente Dr. José Escabí Monsanto, nieto de su esposo, la atendió hasta su muerte.

La esclava liberta María era una mujer ejemplar y diligente quien le sirvió a sus sobrinos de madre de crianza y tutora velando por su bienestar y educación. Esta convirtió su casa en epicentro de ideas que promovían la pedagogía, literatura y sindicalismo resultando en la formación de profesionales, lideres obreros, políticos y empresarios. Era muy conocida por su maestría en el arte del corte y confección de modas. Tenía su propio taller en la calle Salud de la ciudad de Mayagüez. Su esposo Luis Soler Soler también tenía su propio taller de ebanistería. En 1910 visita París, meca de la costura, acompañando al comerciante en telas de Mayagüez el mallorquín Miguel Esteve y su familia. Su esposo Luis muere al año siguiente.

Para 1920, María tenía un taller de confección de modas en el Instituto Universitario José De Diego en la avenida Ponce de León, Santurce. María estuvo laborando hasta sus últimos días tal y como lo había hecho toda su vida. Generaciones que le siguieron supieron valorar sus enseñanzas y ejemplo. Puso en la práctica las ideas y acciones de las que su sobrina Paca Escabí hablaba en sus escritos y discursos sobre el papel de las mujeres obreras en el movimiento para cambiar la sociedad puertorriqueña.

Siguiendo su ejemplo de integridad, firmeza y carácter la familia de María Civico estuvo envuelta en actividades encaminadas a avanzar el desarrollo social e intelectual de los esclavos libertos y sus descendientes. Denunciaron activamente los abusos contra los desposeídos y lucharon por los derechos de los trabajadores.

Foto de la esclava liberta María Civico. (US Passport Applications, 1918)